martes, 23 de mayo de 2017

Papa Francisco pide un nuevo gobierno mundial

Papa Francisco pide un nuevo gobierno mundial para salvar a la humanidad

Papa Francisco pide un nuevo gobierno mundial para salvar a la humanidad
El Papa Francisco dijo que el calentamiento global es un hecho y que se necesita un gobierno político mundial, con el fin de salvar a la humanidad del desastre total.

"El cambio climático es real y peligroso. Se necesita un nuevo sistema de gobierno mundial para hacer frente a esta amenaza sin precedentes. Esta nueva autoridad política, estaría a cargo de la reducción de la contaminación y del desarrollo de los países y regiones pobres", dijo el Papa en una carta dirigida a los obispos católicos, según publica Indepent.

"Las recientes cumbres en el mundo sobre el medio ambiente, no han logrado cumplir con las expectativas, ya que, debido a la falta de voluntad política, no fueron capaces de llegar a acuerdos globales verdaderamente significativas y eficaces sobre el medio ambiente", escribió el Papa en la encíclica.

Los científicos señalan que las declaraciones del Papa son cruciales para fomentar un debate sobre el cambio climático, que no tome en cuenta las opiniones de los laboratorios y de la moral. "Hoy la ciencia ha demostrado más allá de toda duda razonable", dijeron.

Algunos escépticos del clima, desestimaron sus declaraciones, quienes dijeron que una figura religiosa como el Papa debe mantenerse al margen de hacer declaraciones científicas.

Pero el profesor Myles Allen, de la Universidad de Oxford, dijo: "Lo que me parece más desconcertante es la sugerencia que hace. No tiene porque hablar sobre el cambio climático. Los críticos están de acuerdo, en gran parte, con la corriente principal de la ciencia del clima".

Francisco dijo que aunque el documento está dirigido principalmente a los católicos, tiene mucho interés para que otros lo lean también. Es la primera vez que una encíclica se ha dirigido a todo el mundo, y los miembros de otras religiones se unieron en torno al mensaje.

domingo, 21 de mayo de 2017

Robotización y Renta Básica

Robotización y Renta Básica

 

 

¿Qué haremos cuando nos quedemos sin trabajos y nos sustituyan los robots?


Cive Pérez - ATTAC Madrid


En el debate sobre la robotización no perdamos de vista el hecho de que los robots no son una nueva ‘especie invasora’, sino máquinas inventadas por los humanos, cuyos propietarios también son humanos. Capitalistas que no comparten socialmente el extra de productividad obtenido con la automatización de la producción. El reto no es resistir a la conquista del mundo por los robots sino resistir al dominio del capital sobre la gente.

La Renta Básica Universal está llamada a jugar un papel crucial de cara a compensar el desempleo producido por la creciente automatización, o robotización, del mundo laboral. En este sentido, José Luis Rey y yo hemos compartido algunas reflexiones con Javier Gallego y el equipo de Hoja de Router en el monográfico de Carne Cruda Cuando nos sustituyan los robots.

Automatización e ingreso garantizado
En 1948, Norbert Wiener (1894-1964), matemático estadounidense considerado ‘padre’ de la Cibernética, publicó Cybernetics or Control and Communication in the Animal and the Machine, obra en la que expone los fundamentos de las nuevas ciencias del control. Consciente de las consecuencias sociales que plantearía el desarrollo de las aplicaciones tecnológicas derivadas de la automatización, Wiener intentó advertir a gobernantes y sindicalistas sobre el conflicto entre tecnología y empleo que se avecinaba, sugiriendo la idea de compensar a los ciudadanos con algún tipo de ingreso garantizado.

“Este nuevo desarrollo —dice Wiener— tiene posibilidades ilimita das para bien y para mal. [...] Da a la raza humana una nueva y más eficaz colección de esclavos mecánicos para realizar su trabajo. Tal labor mecánica tiene la mayor parte de las propiedades del trabajo de esclavos, aunque, a diferencia de él, no lleva consigo los directos efectos desmoralizadores de la crueldad humana. Sin embargo, cualquier trabajo que acepta las condiciones de competencia con el trabajo de esclavos, acepta las condiciones del trabajo de esclavos y es esencialmente un trabajo de esclavos. La palabra clave de esta manifestación es competencia.

Quizá pueda clarificar la base histórica de la situación presente si digo que la primera revolución industrial, la revolución de las “negras hilanderías satánicas”, supuso la desvalorización del brazo humano en competencia con la máquina. No hay salario suficientemente bajo de un simple obrero de pico y pala de los Estados Unidos que pueda competir con el trabajo de una pala mecánica como una excavadora. La moderna revolución industrial se limita similarmente a desvalorizar el cerebro humano, al menos en sus decisiones más simples y rutinarias. Por supuesto, del mismo modo que un carpintero experto, un mecánico experto, un sastre experto, en cierto grado han sobrevivido a la primera revolución industrial, así el científico y el administrador experto pueden sobrevivir a la segunda. Sin embargo, considerando la segunda revolución como realizada, el ser humano medio de mediocres conocimientos no tiene nada que vender que merezca la pena comprarse. La respuesta, por supuesto, es tener una sociedad basada en valores humanos que no sean el comprar o vender.

 1963: En línea con las preocupaciones adelantadas por Norbert Wiener, un grupo de distinguidos científicos, economistas y académicos encabezados por J. Robert Oppenheimer, director del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton, publicó en The New York Times una carta abierta al presidente de la nación en la que advertían de los riesgos sociales derivados de la automatización. El grupo, que adoptó el nombre de Ad Hoc Committee on the Triple Revolution (cibernética, armamentística y derechos humanos), defendió con firmeza la idea de garantizar que cada ciudadano pudiera disponer de “unos adecuados ingresos como derecho inalienable”.

 1966: Influido por el Ad Hoc Committee, el economista Robert Theobald (1929-1999) formuló una propuesta concreta de ingreso garantizado. Theobald argumentaba que, ante el desempleo producido por la tecnología, los seres humanos necesitarían un ingreso para poder subsistir, al tiempo que el funcionamiento de la propia economía precisaría distribuir una renta que permitiera la adquisición de los bienes producidos. Theobald propone la institución de una renta garantizada que debería percibir mensualmente cada ciudadano por el mero hecho de nacer. La cuantía de esa renta vendría fijada en función de la renta per cápita del país. La prestación se extendería a todo el mundo, sin perjuicio de que trabajase o no, siendo libre cada ciudadano para decidir si desea obtener otros ingresos ejerciendo un trabajo adicional.

Publicado por

http://www.attac.es/2017/05/17/robotizacion-y-renta-basica-2/